
A pesar de los avances, el sector de la fontanería de obra enfrenta desafíos como la escasez de mano de obra cualificada y la necesidad de actualización constante ante las innovaciones tecnológicas. Sin embargo, estas mismas circunstancias representan una oportunidad para la capacitación de nuevos profesionales y la modernización de los procesos constructivos.
En definitiva, la fontanería de obra sigue evolucionando para adaptarse a las exigencias de la construcción moderna. Con la implementación de soluciones innovadoras y el compromiso con la sostenibilidad, este sector continuará siendo un factor clave en el desarrollo de infraestructuras más eficientes y seguras.